Experiencia de aprendizaje N° 3
PROMOVEMOS EL
CUIDADO DE NUESTRA SALUD Y ECOLOGÍA INTEGRAL
Semana n° 1
Si
cuidando nuestra casa común (nuestra madre tierra), valoramos nuestra vida y
la creación de Dios |
Al iniciar esta nueva Experiencia de Aprendizaje, damos gracias a Dios, por la alegría de compartir nuevos aprendizajes. En esta primera semana, expondremos situaciones cotidianas sobre la contaminación en tu hogar, vivienda, comunidad o región y selecciona frases a la luz de la Palabra de Dios y el mensaje sobre el cuidado del ambiente y la responsabilidad como administrador de la creación, además de proponer el título y estructura para el álbum.
1.- Ver: Situación
Significativa
El Covid-19 a
nivel mundial, nacional y local sigue afectando la salud y nuestra casa común
alterando nuestro equilibrio físico, socioemocional y espiritual a pesar de
los esfuerzos de la comunidad científica y la sociedad en general. Por otro
lado, se presentan nuevas mutaciones del coronavirus que
generan nuevos casos de familiares enfermos; la presencia de contaminación
como el uso desmedido de descartables, los cuales son desechados de forma
inadecuada, y nuestros actos irresponsables y no solidarios como el no usar
mascarilla al salir de casa o en la calle, asistir a fiestas o no respetar el
distanciamiento social. Todo ello ha acrecentado las problemáticas que
afectan la salud y deterioran nuestro ambiente. En este contexto, se observa
un incremento del estrés, rebrotes de algunas enfermedades y dificultades
económicas y sociales. Es necesario tomar conciencia de nuestros actos en
favor de nuestro prójimo y de nuestra casa común generando un diálogo entre
todas y todos buscando propuestas viables. Ante esta situación, nos
preguntamos: ¿qué acciones podríamos proponer como adolescentes para la
conservación de nuestra casa común y generar el diálogo responsable sobre su
cuidado? |
Reflexionamos y respondemos
- ¿Cuál es el principal problema que se presenta en esta
situación?
- ¿Cómo podemos emprender acciones para el cuidado de la
creación?
2.- Juzgar
Leemos: algunas frases de la carta encíclica del papa Francisco Laudato Si (Alabado seas).
Reflexionamos y respondemos
3.- Actuar: Reflexionamos.
En un cuadro nombra los problemas de contaminación ambiental de tu comunidad
con sus consecuencias.
Ahora pondremos
título a nuestro álbum
Tengamos presente
algunas enseñanzas de la Carta encíclica Laudato Si´
- No derrochemos, es decir, gastemos solo los recursos
necesarios
-Abandonemos el estilo de
vida consumista.
-Mantengamos en buen estado
los objetos que tenemos o usamos,
- Cocinemos solo lo que se
va a comer, no desperdiciemos los alimentos.
- Evitemos el desperdicio
de agua. - Evitemos el uso de plástico.
- Separemos los residuos en
orgánicos e inorgánicos.
- Reconozcamos las maneras
de dañar el planeta.
- Reciclemos, reutilicemos.
- Plantemos árboles.
- Apaguemos las luces que
no se usan.
4.- Celebrar:
Es momento de darle gracias a Dios,
ya que todo lo existente es suyo y lo ha querido compartir con nosotros. Te
invito, en un momento de silencio, podamos encontrarnos con Dios. Te sugerimos
esta oración.
¡Bien! En la siguiente actividad vamos a iniciar la
elaboración de nuestro álbum. Propondremos acciones y compromisos para el
cuidado de nuestra casa común desde una ecología integral.
INFORMACIÓN IMPORTANTE: En el desarrollo de nuestra actividad hemos
mencionado a nuestra Casa Común. Lee el siguiente párrafo tomado de la
encíclica “Laudato si” Alabado seas del papa Francisco
1.- «Laudato si’, mi’ Signore» – «Alabado seas, mi
Señor», cantaba san Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba que
nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la
existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos: «Alabado
seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y
gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba».
2.- Esta hermana clama por el daño que le provocamos a
causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en
ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores,
autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por
el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos
en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre
los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada
tierra, que «gime y sufre dolores de parto» (Rm 8,22). Olvidamos que nosotros
mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por
los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos
vivifica y restaura.
EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE N° 03
Ciclo VII
ASUMIMOS ACCIONES PARA PRESERVAR NUESTRA CASA COMÚN DESDE UNA
ECOLOGÍA INTEGRAL
Al iniciar esta
nueva Experiencia de Aprendizaje, damos gracias a Dios, por la alegría de
compartir nuevos aprendizajes. En esta primera semana, identificaremos los
problemas y necesidades que afectan nuestro ambiente, partiendo del encuentro
personal y comunitario con Dios; además propondremos
el título del álbum, relacionado con la preservación de nuestra casa común,
desde lo que ocurre en nuestro hogar, escuela y comunidad.
1.- Ver: Situación significativa.
Reflexionamos y respondemos
2.- Juzgar: Leemos algunas enseñanzas de la carta encíclica Laudato Si (Alabado seas)
Reflexionamos y respondemos
3.- Actuar: Reflexionamos. En un gráfico describimos los problemas de contaminación ambiental que más aquejan a nuestra comunidad:
Ahora, pondremos el título a nuestro álbum y elegirás la portada
que más te guste.
Competencia:
Construye su identidad como persona humana, amada por Dios, digna, libre y
trascendente, comprendiendo la doctrina de su propia religión, abierto al
diálogo con las que le son cercanas |
4.- Celebrar: Acción de gracias a Dios.
INFORMACIÓN IMPORTANTE
Durante el desarrollo de nuestra actividad hemos tocado temas de la Doctrina Social de la Iglesia en relación a la Ecología y al cuidado de la vida.
En su Encíclica Laudato si, entre muchas otras cosas, el Papa
Francisco nos dice:
“Nunca hemos maltratado y lastimado nuestra casa común como en
los últimos dos siglos. Pero estamos llamados a ser los instrumentos del Padre
Dios para que nuestro planeta sea lo que él soñó al crearlo y responda a su
proyecto de paz, belleza y plenitud” (53). “Tenemos la tentación de pensar que
lo que está ocurriendo no es cierto… Parece que las cosas no fueran tan graves
y que el planeta podría persistir por mucho tiempo en las actuales condiciones.
Este comportamiento evasivo nos sirve para seguir con nuestros estilos de vida,
de producción y de consumo. Es el modo como el ser humano se las arregla para
alimentar todos los vicios autodestructivos: intentando no verlos, luchando
para no reconocerlos, postergando las decisiones importantes, actuando como si
nada ocurriera” (59). “Si el solo hecho de ser humanos mueve a las personas a
cuidar el ambiente del cual forman parte, los cristianos, en particular,
descubren que su cometido dentro de la creación, así como sus deberes con la
naturaleza y el Creador, forman parte de su fe” (64).