sábado, 25 de octubre de 2008

Domingo XXX del Tiempo Ordinario - A-


Si explotan a viudas y huérfanos, se encenderá mi ira contra ustedes 

Lectura del libro del Éxodo 22,20-26
Así dice el Señor: «No oprimirás ni maltratarás al forastero, porque extranjeros fueron ustedes en Egipto. No explotarás a viudas ni a huérfanos, porque, si los explotas y ellos gritan a mí, yo los escucharé. Se encenderá mi ira y los haré morir a espada, tus mujeres quedarán viudas y tus hijos huérfanos. Si prestas dinero a uno de mi pueblo, a un pobre que habita contigo, no serás con él un usurero, cargándole intereses. Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo. Si no ¿con que va a dormir? Si grita a mí, yo lo escucharé, porque yo soy compasivo». 
Palabra de Dios. 

Salmo responsorial (17)

R. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.

- Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza; Señor, mi roca, mi defensa, mi libertador. R.
- Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte. Invoco al Señor de mi alabanza y quedo libre de mis enemigos. R.
- Viva el Señor, bendito sea mi Roca, sea ensalzado mi Dios y Salvador. Tú diste gran victoria a tu rey, tuviste misericordia de tu Ungido. R.

Abandonaron los ídolos para servir al Dios y vivir aguardando la vuelta de su Hijo 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1, 5c-10

Hermanos:
Bien saben como hemos actuado entre ustedes buscando su propio bien. Y ustedes por su parte siguieron nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la Palabra en medio de tantas tribulaciones con la alegría del Espíritu Santo. Así ustedes llegaron a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya. Y no sólo en Macedonia y Acaya ustedes han difundido la Palabra del Señor, sino que en todas partes se ha extendido la fama de su fe, de suerte que nada tenemos que añadir por nuestra parte, ya que ellos mismos cuentan los detalles del recibimiento que nos dieron: y de como ustedes, abandonando los ídolos, se volvieron a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro. Palabra de Dios. 

Aclamación antes del Evangelio Jn 14,23

Aleluya, aleluya. El que me ama guardará mi palabra -dice el Señor-, y mi Padre lo amará, y vendremos a él. R. Aleluya.

Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo

+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 22,34-40

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?». El le dijo: «"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser”. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amaras a tu prójimo como a ti mismo". Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas». 
Palabra del Señor. 

 Comentario 

1. Ten compasión del pequeño y del pobre

1.1 Ya sabemos que la Biblia predica la compasión y la misericordia. Lo interesante de la primera lectura de hoy es la manera como se argumenta el mandato de ser compasivos. La idea es: reconócete en el pequeño, mírate en el pobre, descubre que tú fuiste (o, en el fondo, eres) como ese necesitado.
1.2 Uno tiende a pensar que la ayuda debe brotar de la diferencia: "yo tengo mucho y aquel pobre tiene poco." Esa es una parte pero quizá no es la parte más importante. Sólo cuando llegamos a percibir el vínculo profundo que nos une obtenemos ojos capaces de horrorizarse por lo que nos separa.
1.3 Si veo a un mendigo puede sentir desde amor hasta asco. Si de pronto llego a saber que ese mendigo es mi padre, que padece una enfermedad senil, la misericordia brota como un río de amor y generosidad hacia él: cuánto más cerca lo descubro, más me espanta que la pobreza o el hambre nos estén separando hoy. Aplica tú lo mismo a la Humanidad.

2. Directo a la esencia

2.1 Una pregunta directa provocó una respuesta directa: Uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?" Jesús le respondió: "El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento mayor que éstos".
2.2 Es bueno recordar ese lenguaje escueto porque en un mundo plagado de fachadas y máscaras es fácil acostumbrarse a disculparlo todo o justificarlo todo o venderlo todo. El orden empieza siempre con un pensamiento claro en la mente; una idea llena de luz atrae a otras. Y hoy Jesús nos da esa clave fundamental, ese primer principio que iluminó su alma santa y que quiere iluminar también nuestras vidas.

2.3 La palabra fundamental en la respuesta de Jesucristo no la podemos perder: AMA. El resto de su respuesta es esencial también, porque todo depende de a quién ames y con qué amor. Tal fue el regalo que nos dio con su vida y su muerte. Bien podemos resumir la existencia de Cristo diciendo que fue una gran cátedra de amor en la que aprendimos que hemos de amar para vivir y hemos de aprender a amar para vencer a la muerte y alcanzar la vida que no muere.

sábado, 11 de octubre de 2008

Domingo XXVIII del Teimpo Ordinario - A-


El Señor preparará un festín, y enjugará las lágrimas de todos los rostros

Lectura del libro de Isaías 25,6-10a

Aquel día, el Señor de los ejércitos preparará para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de buenos vinos; sabrosos alimentos, vinos deliciosos. Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el paño que tapa a todas las naciones. Aniquilará la muerte para siempre. El Señor Dios secará las lágrimas de todos los rostros, y borrará de la tierra la deshonra de su pueblo. -Lo ha dicho el Señor-. Aquel día se dirá: «Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvará; celebremos y gocemos con su salvación. La mano del Señor se posará sobre este monte». Palabra de Dios. 

Salmo responsorial Sal 22

R.- El Señor es mi pastor, nada me falta

El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. R.-
Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. R.-
Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa. R.-
Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término. R.-

Todo lo puedo en aquel que me conforta

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4, 12-14. 19-20
Hermanos:
Sé lo que es vivir en la pobreza y también lo que es vivir en la abundancia. Estoy entrenado para todo y en todo: a estar satisfecho y a pasar hambre, la abundancia y la privación. Todo lo puedo en aquel que me conforta. Sin embargo, ustedes hicieron bien en compartiendo mis sufrimientos. Mi Dios, por su parte, con su infinita riqueza atenderá con generosidad todas sus necesidades por medio de Cristo Jesús. A Dios, nuestro Padre, sea la gloria por siempre. Amén. Palabra de Dios.

Aleluya                   Cf Ef 1,17-18

El Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine los ojos de nuestro corazón, para que comprendamos cuál es la esperanza a la que nos llama.

A todos los que encuentren, invítenlos a la boda

+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 22, 1-14

En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
“El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Vengan a la boda". Los invitados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; otros agarraron a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los invitados no se la merecían. Vayan ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encuentren, invítenlos a la boda." Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de invitados. Cuando el rey entró a saludar a los invitados, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los sirvientes: "Atenlo de pies y manos y arrójenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos. Palabra de Señor. 

Aceptar la invitación de Dios

1. El Banquete

1.1 Para la mayoría de nosotros comer es mucho más que saciar una necesidad. Es un acto social, un tiempo de descanso, la ocasión de disfrutar algo placentero, entre otras cosas. Esto es aún más cierto en el modo típico y fastuoso de los proverbiales banquetes de Oriente, con su música, bebidas y danzas. Y tal es la imagen dominante de las lecturas de este domingo.

1.2 Si ahondamos en este símbolo descubrimos que el banquete es la transición entre el deber y la fiesta, entre la tarea y el descanso, entre lo que hay que hacer y lo que a uno le gusta hacer, entre el trabajo y al celebración. Sobre todo esa palabra es importante, porque la olvidamos fácilmente: para saber creer hay que saber celebrar.

2. Un banquete lleno de luz

2.1 Una expresión nos llama la atención en la primera lectura: el día del banquete es el día de las revelaciones; es el día en que se arranca "el velo que cubre el rostro de todos los pueblos, el paño que oscurece a todas las naciones."

2.2 Nosotros no asociaríamos espontáneamente comer y recibir una luz o revelación especial. La cosa suena más razonable en el contexto de los banquetes de los reyes. Mucha gente nunca podía ver al rey, o sólo lo veía de muy lejos. Un banquete era la ocasión única de ver el rostro del rey, que quedaba grabado en la memoria como un tesoro, pues la época no tenía ni muchos retratos fiables ni cámaras de fotografía.

2.3 Dios se revela en su banquete. Es el rey que hemos estado esperando, el que siempre hemos querido contemplar. Verlo a él, saciarnos en su belleza, saber que es verdad todo lo que nos prometió: todo ello es más valioso y delicioso que los mismos alimentos y bebidas. Y sin embargo, el banquete es todo eso a la vez.

3. No todos querían ir al banquete

3.1 El evangelio toma la misma idea con una variante: por razones que al principio se nos escapan los invitados no están interesados en ir a ese banquete, a pesar el banquete del rey. ¿Suena absurdo, no? Pero no es menos absurdo que nuestra negativa a acoger el amor de Dios que invita. Además, las excusas de los invitados indican que ellos estaban muy satisfechos con lo que tenían, y ese es el problema: la gente satisfecha ya no tiene apetito para comer. La conclusión es que el llamado al Reino, o sea, el llamado al Banquete, requiere que la gente tenga hambre, que sienta necesidad, que esté insatisfecha.


3.2 Luego está el detalle, probablemente agregado posteriormente, del que entró sin traje de fiesta. También esto suena absurdo, pero debe recordarse que la indumentaria era parte sobreentendida de la invitación, o como algunos comentaristas indican, era provista muchas veces por el mismo anfitrión. Aún otra interpretación es que el "vestido de bodas" era sencillamente "el mejor vestido," o sea, no la ropa de labor o ropa ordinaria. Cada una de estas interpretaciones conduce a enseñanzas alegóricas útiles, por ejemplo, que si Dios nos invita a él iremos no de cualquier manera, sino con lo mejor de nuestro corazón o lo más puro y brillante de nuestra fe.

  CELEBRAMOS LA NAVIDAD EN NUESTRA INSTITUCIÓN EDUCATIVA   I.                      DATOS INFORMATIVOS:   1.1. INSTITUCION EDUCATI...