sábado, 9 de mayo de 2009

Domingo IV y V de Pascua Ciclo B



DOMINGO IV DE PASCUA

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 4, 8-12

En aquellos días, Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: «Jefes del pueblo y ancianos: hoy ha quedado sano un hombre enfermo, y nos preguntan en nombre de quien se ha realizado esta curación; pues sepan todos ustedes y todo el pueblo de Israel que ha sido en nombre de Jesucristo Nazareno, a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre, se presenta este sano ante ustedes. Jesús es la piedra que desecharon ustedes los arquitectos y que se ha convertido en piedra angular; porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el cual nosotros podamos salvarnos». 
Palabra de Dios. 

Salmo (117)

R. Es el Señor quien lo ha hecho.

- Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres; mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los jefes. / R.
- Te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi salvación. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente. / R.
- Bendito el que viene en nombre del Señor, los bendecimos desde la casa del Señor. Tu eres mi Dios, te doy gracias; Dios mío, yo te ensalzo. Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. / R.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3,1-2

Queridos hermanos: Miren que amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios; y en verdad ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no lo conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Palabra de Dios. 

Lectura del santo evangelio según san Juan 10,11-18

En aquel tiempo, dijo Jesús: «Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estragos y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este rebaño, también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre». Palabra del Señor. 

El Buen Pastor
Observaciones:
- Jesús legitima su propósito de sacar a sus seguidores fuera de la Institución Judía.
- Jesús habla de sí como única alternativa de vida: Él es la Puerta verdadera. Él es el modelo de pastor, él da todo, incluso la vida por los suyos.
- De fondo, Jesús tiene unas acusaciones muy duras con los dirigentes judíos. Los fariseos son falsos pastores asalariados.
- Hablar hoy de pastores y ovejas crea confusión y malestar: no queremos identificarnos como ovejas, nos angustia la masificación y nos repugna el borreguismo.
- Bíblicamente, el rebaño es usado para designar al pueblo de Dios.

Ojo a las malas identificaciones

Esperamos siempre la llegada de gobernantes justos, de políticos honestos, de líderes que arrastren. En la Iglesia deseamos responsables que sean evangélicos. 
En la comunidad cristiana no debe haber dirigentes y dirigidos, pastores y ovejas. Todos somos hermanos y a todos nos incumbe la responsabilidad. El Buen pastor del Pueblo de Dios es Jesús: conoce a los suyos, los defiende de los peligros, da la vida por todos, reúne en la unidad, acompaña a los creyentes en su libertad de vivir y de comprometerse con la vida de los demás.
No sólo es un Pastor, es un guía. Aprendemos de él cuál es la forma más humana de vivir: asumir las actitudes fundamentales que él vivió y vivirla con generosidad, proseguir la construcción del Reino de Dios que él comenzó.
Jesús ha venido para que tengamos vida. La fe es precisamente fuente de vida. Dios es antes que nada alguien que hace vivir. Las palabras de Jesús: "Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia", "Doy la vida por los míos". Como creyentes sabemos que esto es verdad.
Las líneas básicas de Jesús son: el servicio, la autoridad y la responsabilidad. Es lo que diferencia de otros.
Los responsables de la Iglesia son solo servidores que deben aprender de él y seguir su ejemplo hasta la entrega de la propia vida.

Domingo V de Pascua

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 9,26-31

En aquellos días, llegado Pablo a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos, pero todos le tenían miedo, porque no se fiaban de que fuera realmente discípulo. Entonces Bernabé se lo presentó a los apóstoles.
Saulo les contó cómo había visto al Señor en el camino, lo que le había dicho y cómo en Damasco había predicado públicamente el nombre de Jesús.
Saulo se quedó con ellos y se movía libremente en Jerusalén, predicando públicamente el nombre del Señor. Hablaba y discutía también con los judíos de lengua griega, que se propusieron matarlo. Al enterarse los hermanos, lo bajaron a Cesarea y de allí lo enviaron a Tarso.
La Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaria. Se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor, y se multiplicaba, animada por el Espíritu Santo.
Palabra de Dios. 

Salmo 21

R. El Señor es mi alabanza en la gran asamblea.

Cumpliré mis votos delante de sus fieles. Los desvalidos comerán hasta saciarse, alabarán al Señor los que lo buscan: viva su corazón por siempre. /R.
Lo recordarán y volverán al Señor hasta de los confines del orbe; en su presencia se postrarán las familias de los pueblos. Ante él se postrarán las cenizas de la tumba, ante él se inclinarán los que bajan al polvo. /R.
Me hará vivir para él, mi descendencia le servirá, hablarán del Señor a la generación futura, contarán su justicia al pueblo que ha de nacer: todo lo que hizo el Señor. /R.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3, 18-24

Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. En esto conoceremos que somos de la verdad y tendremos nuestra conciencia tranquila ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo.
Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios. Y cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.
Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó.
Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio. Palabra de Dios. 

Lectura del santo evangelio según san Juan 15,1-8

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el viñador.si algunas de mis ramas no da fruto, él la arranca; y poda las que dan fruto para que den más fruto.Ustedes ya están limpios por las palabras que les he hablado; permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes.Como el la rama no puede producir frutos por sí misma, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes pueden producir fruto si no permanecen en mí.Yo soy la vid, ustedes las ramas; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no pueden hacer nada.Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como ramas secas; luego las recogen y las echan al fuego, y arden.Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les dará.Con esto recibe gloria mi Padre, en que ustedes den fruto abundante; así serán discípulos míos.» Palabra del Señor. 

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